Páginas

domingo, 9 de diciembre de 2012

El fútbol como juego cooperativo


Actualmente no vivo en la misma ciudad que el resto de mi familia, así que, aprovechando el puente he venido a verlos unos días. 

Ayer mi hermano pequeño tenía partido y fui a verlo, sabiendo la ilusión que le haría.

Sinceramente, a no ser que juegue el Atlethic de Bilbao o la Selección no disfruto viendo el fútbol. Pero decidí meterme en el partido y animar a mi hermano y a su equipo. 

Mientras los veía jugar, podía ver la ilusión y las ganas que ponían por intentar remontar el marcador -Siempre a favor del rival-.

No lo consiguieron, pero me quedé con el juego en equipo que llevaron a cabo; intentando que en todas las jugadas la mayor parte de los jugadores tocaran el balón, animándose unos a otros para luchar hasta el final, buscándose entre ellos para celebrar los goles marcados, acudiendo a darle la mano a un compañero cuando se caía,...

Esto era lo que se vivía dentro del campo; justo fuera, podía verse a un grupo de padres y madres animando a sus hijos, orgullosos de lo que estaban viendo e intentando transmitirles la idea de que lo importante no era ganar, sino participar. Hoy me creo esta frase, porque cuando terminó el partido no vi ninguna cara larga, sino caras de haber disfrutado del partido y del juego en equipo que habían hecho.


Siempre he visto el fútbol como un juego en el que dos equipos luchaban por ir detrás del balón con el fin de meter goles. Ayer cambió mi perspectiva y pasó a ser un juego cooperativo más.

El juego es un elemento socializador, imprescindible en las primeras etapas de la vida, a través del cual pueden transmitirse valores, sentimientos, costumbres, conocimientos, etc. y si además lo unimos al deporte, favorece una vida sana. Es necesario, por ello, fomentar juegos cooperativos a esas edades para poder conseguir una educación integral, que a veces con la clase de educación física o el colegio no es suficiente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario